Vamos a recordarte siempre por tu calidez y hospitalidad. Por tu don de gente, por tus anécdotas y ocurrencias, por lo buena persona. Porque nos hiciste conocer tu extensión en el mundo finito en tu esposa Raquel, tu hija Claudia, Claudio y Luciana siempre sonrientes y con la mano abierta para ayudar a quien lo necesite en nuestra Filial Bariloche. Gracias por tu amistad y aprender cómo uno prepara su mejor versión aún en la adversidad. Te vamos a extrañar en nuestros espacios.
Te invitamos a dejarnos unas palabras que sigan motivándonos a trabajar día a día por el bienestar de la comunidad afectada por la ELA en nuestro país. Muchas gracias.